

Mis tiernos besos se quedaron... en ti...
pulsando en tus labios...
en tu piel... en tu sexo...
en tu belleza toda... sin adiós...
mis caricias y formas de amar
se quedaron... allí... como un suspiro
preso en tu ansiedad...
en la hora que late en ti... sin adiós...
Eran esos días y años
hermosos de irradiante primavera...
cuando la luz brillaba
intensa... como nueva...
cuando mis manos
temblaban rodeando tu cadera...
en el fugaz delirio
extasiante... de tu hora primera...
Ahora que otros besos viven... en ti...
besando tus labios...
tu piel... tu belleza...
sé que allí pulsan los míos...
cuando prenden las partes
que evocan el recuerdo vivo
de las primeras horas de amor...
que en ti... presas quedaron... sin adiós...