Me encantan tus ojos...
su dorado destello...
sus rasgos primorosos...
el oro de tu recogido pelo...
el rosa de tu rostro hermoso...
Te diría preciosa
siempre con la mirada...
si al mirarte dichosa
tu faz resplandeciente acariciara
simplemente con mirarla...
Me gusta el afable
carisma de tu charla...
esa delicia amable
que nace solamente al escucharla
con ese primor adorable...
Pediría siempre ese
breve instante contigo
cual si el último fuese
para tenerte una vez más conmigo
en mis segundos de olvido...
Tan cerca... tan lejos...
estás bella ante mí
como ilusión de ensueño...
como realidad fascinante en mí...
... como el anhelo que perdí...