La joven noche de alma azul marina
se vestía con luces infinitas...
brillantes...
titilantes...
y con susurros de amor me envolvía
en un perfume de melancolía...
tú... mi noche hechizante
mi gran amiga... mi amante...
conmigo todavía
lloras mi infame soledad vagante
sin un amor... sin vida...
sin amante...
Lloras sintiéndome tan solo en ti...
sollozo al verme solo en tu belleza...
¡Qué solitaria tristeza!
¡Qué desperdicio de amor sin ti!...
hermosa noche que guardas mis días...
mis amores... mis alegrías...
en un sutil vibrar eterno en ti...
¡Dame ese amor que sueña
con el despertar al amor que no llega!
ésa que duerme sola como yo en ti
acariciando el cuerpo en tu tibieza
y besando contigo su nobleza
con su ardor de virgen pulsando en ti.
Siento el palpitar de su amor en ti
a mí llegan sus ansias contigo...
se impregnan en ti
abrazando el todo en su audaz delirio...
¡Con fuerza febril
se estremece excitada
su brillante ¨rosa¨ en el cubil
gimiendo el milagro ungido
de la pasión colmada...
del clímax virginal en ti
vertido!
¡Oh primorosa ¨rosa¨ centelleante
de bella solitaria núbil!...
como yo en la soledad de la noche
deseas caricias de amor fragante...
de fuego de añil
que con suspiros de noche
se entregue a tu piel... bese tu boca
y en un clímax ardiente abra la ¨rosa¨...
la ¨rosa¨ mágica de la esencia...
¡La flor fascinante
que liga las gemas de la existencia!
Noche... trae su soledad con la mía...
quiero complacer su amor con el mío...
rozar sus labios con los míos...
impregnar su piel con la mía...
quiero vibrar en sus ansias contigo
y colmar de caricias sus encantos...
quiero sentir su calor conmigo
en estrechos rítmicos abrazos...
quiero oír su boca quejarse
con la mía al estrenarse
y beber su aliento de mujer
en sus ardientes besos excitantes.
¡Oh! bella y solitaria núbil
que lloras como yo tu soledad
de noche sin amor en el cubil
sin caricias manifiestas...
¡Un beso para ti!... en la noche envío...
que harte tus labios ávidos de fuego
y excite el vibrar de los tiernos senos...
¡Un beso para ti!... en la noche envío...
que encienda los encantos de tu cuerpo
y que agite el impulso de tu aliento...
¡Y para tu preciosa y palpitante
¨rosa¨ purpurina!...
¡Un beso apasionado y calcinante
en su ápice que inspira
el deseo supremo... en la noche envío!