A ESOS SERES QUERIDOS QUE NOS DIERON LA VIDA Y NOS TRAJERON ACA EN DONDE QUIERA QUE ESTÉN AQUÍ Y MÁS ALLÁ
Iba en un mundo sin noche... sin día...
sin aire... sin peso... mi ser flotaba
sobre esa vastedad que me miraba...
cuanta luz sin igual... difusa... había...
Algo cual pulso hueco en todo se oía...
un fuego luminoso circulaba
creando chispas tenues que dejaba
entre aquel todo que de luz vivía...
Su energía vibraba por el todo
con simétrica prisa de inmune oda
nutriendo mi alma y cuerpo de algún modo...
Un centro brilla eterno allí cual nodo
su agua de cristal mi memoria acoda
¡Y... un día... nací madre de tu todo!.